jueves, 17 de diciembre de 2009

MOBILIARIO DE GAUDÍ


Antonio Gaudí fue un excelente arquitecto contemporáneo al Modernismo (aunque no se le puede encasillar en este movimiento artístico de modo exacto) escultor, diseñador, interiorista.
Gaudí no sólo revolucionó la arquitectura, sino que diseñó elementos decorativos con diferentes materiasles (vidrio, hierro forjado que más que material decorativo lo utilizaba como aplicación estructural, cerámica, madera, piedras...). Su arquitectura está encerrada en un plano simbólico dentro del mundo natural. En el mobiliario de Gaudí, podemos identificar una evolución desde su comienzo hasta sus últimas obras. Empleó y mezcló todo tipo de materiales y en su obra se observa la influencia del arte musulmán, los estilos góticos y barroco, sin olvidarnos de la influencia que recibió del arquitecto medievalista francés Viollec-le-Duc. Pero a pesar de todo no dejó de inventar su estilo propio que lo diferencia de todos los demás. El primer mueble del que hay constancia que fue diseñado por Gaudí es su propio pupitre de arquitecto diseñado en torno a 1878, justo al terminar la carrera de arquitectura; se realizó en un taller de carpintería donde Gaudí trabajaba para pagarse los estudios. Como se puede apreciar, en la madera hay tallados superficiales y detalles ornamentales, pero lo que más destaca de este diseño es su estructura en su conjunto que la hace única siguiendo las líneas del estilo propio de Gaudí que poco a poco va definiendose más. En sus primeros diseños se observa una gran influencia del neogótico y del eclesticismo como referencia estructural y formal. En los siguientes muebles que diseña Gaudí, incorpora el metal como elemento decorativo y al mismo tiempo como sustento estructural del propio mueble. Un ejemplo es la Chaise-longe (1889) del Palacio Güell, contruida a base de la combinación de diferentes materiales como son la madera, el metal y el terciopelo dorado almohadillado. Está inspirada en los modelos del Segundo Imperio Francés.Desde el principio de Gaudí como artista, aplicó a sus diseños aspectos de racionalidad, confort y solidez estructural. La línea que describe el cuerpo que se postra sobre esta Chaise-longe insinua intimidad. Una obra de gran exquisitez en la que todo está pensado hasta el mínimo detalle, como el hecho de que las patas (todas ellas metálicas) del respaldo están inclinadas, favoreciendo la estabilidad del asiento, mientras que las patas del otro extremo están en posición vertical. Sin más preámbulos, vamos a analizar una de las piezas de mobiliario más impresionantes de Gaudí, como el sillón de la Casa Calvet (1898), hecho en madera de roble. Marca la transición entre los muebles de la Casa Calvet y los muebles de las casas Batlló y Milà. Este sillón carece de detalles superfluos u ornamentación a las que anteriormente Gaudí nos tenía acostumbrados. El asiento está formado por cinco piezas ensambladas mediante almillas y sin más ayuda que la precisión y el rigor ejecutivo. El asiento está unido al respaldo, esculpido en forma de corazón, mediante una columna o cuello grueso del que también salen los brazos del asiento cuya terminación es en forma de mano. De forma que, viéndolo desde la perspectiva surrealista nos puede inspirar el esqueleto y órganos de un cuerpo humano. La casa Calvet nos muestra a un Gaudí más preocupado que nunca por las formas orgánicas. Luego vinieron diseños de Gaudí con más sobriedad, dejandose insinuar con una curva desconcertante que no sabes hacia qué dirección va a girar, deja a un lado los detalles superficiales, las tallas en la madera, los leves detalles. Por ejemplo, en la silla del comedor de la Casa Batlló (1907) podemos observar que las líneas de las patas aparentemente rectas, mantienen un característico movimiento espiral, y par que la estructura sea suficientemente estable y al mismo tiempo de carácter ligero, las patas se adelgazan hacia la parte inferior. Es en la Casa Batlló donde el modernismo de Antonio Gaudí alcanza su máxima plenitud, creando una obra que traspasa lo poético. Y en sus detalles decorativos demuestra que Gaudí es, al mismo tiempo, arquitecto, decorador y escultor. El éxito y la fama de los muebles gaudinianos radica en su armonía, belleza, funcionalidad y comodidad. Gaudí es más emblema que modelo en la historia del diseño debido a su carácter individualista, su exuberancia plástica y su místico simbolismo.
 

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