martes, 22 de diciembre de 2009

Vanguardias artísticas, diseño gráfico y publicidad

A principios del siglo XX se gesta las condiciones propicias para una ruptura formal y conceptual del arte precedente que afecta de forma acusada a la despuntante construcción de un nuevo diseño gráfico, en el que poco a poco se irán integrando las distintas disciplinas que el diseño gráfico abarca (cartelismo, tipografía, publicidad...).

El Futurismo concede un papel especialmente importante a la tipografía en el juego de las formas plásticas, hecho sin precedentes históricos, iniciándose de este modo una curiosa revolución tipográfica. Para los artistas futuristas la tipografía debía enfatizar el contenido escrito.
No es algo nuevo que a principios del siglo XX con el surgimiento de las vanguardias se le diera cierta importancia a la tipografía, ya que algunos arquitectos modernistas experimentaron de algún modo en este tema.

A partir de la Primera Guerra Mundial y tras la Revolución Rusa, nació lo que hoy conocemos como cartel político o de propaganda. Gracias a la necesidad de influir en la masa demagógicamente con ideas políticas, surgió la propaganda la cual se presentaba de un modo predominantemente visual para que fuera comprensible por todo el mundo sin la necesidad de tener cierto nivel cultural y que se captara la información con rapidez, ya que una imagen se traduce muchisimo más rápido que un texto.

El Constructivismo Ruso tuvo mucha influencia en el diseño gráfico, en las tipografías y en las estructuras para libros y periódicos. Un autor revolucionario en este campo fue El Lissitzky, cuyo contacto con importantes imprentas de Alemania le permitieron desarrollar sus ideas tipográficas; como diseñador gráfico Lissitzky no decoraba el libro simplemente, sino que lo construía al programarlo visualmente por completo. Por otro lado, Rodchenko, se inclinó, además de por otras artes aplicadas, por la comunicación visual; produjo diseños gráficos con sólida construcción geométrica y extensas áreas de color puro, y utilizó tipografías de mucho pes0.
En el movimiento dada cabe destacar la innovación de incluir en el collage la tipografía como un elemento más de montaje, creando cosas sueltas libradas al azar, resultando unas curiosas composiciones abundantes en asociaciones provocadoras.

A finales de la primera década del siglo XX surge el periodo de los grandes cartelistas en Alemania, sin olvidar la influencia que pudo tener en estos el cartelismo francés. Un buen ejemplo en esta categoría es Hohlwein que trata sus composiciones de un modo básico y esencial, de modo que reduce formas, líneas y sombras y enfatiza la vitalidad del cartel figurativo.

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